Una conciencia responsable sólo es posible si hay una
conciencia histórica. Desde esta perspectiva, nuestro actuar histórico adquiere
mayor gravedad. Se aprende a hacer
descubriendo el sentido ético de toda actuación humana. Esto implica un
sentido de responsabilidad. No existe el presente desligado del futuro. Cuanto
más procuramos vislumbrar el futuro en los actos del presente, tanto más
aprendemos a hacer y nuestras acciones dejan de ser veleidades para adquirir
densidad de futuro, de responsabilidad (…).
Si los científicos cuyas investigaciones permitieron la
fabricación de la bomba atómica o del “napalm” hubieran tenido un pensamiento
más amplio de la realidad, de la vida humana, de la ecología, del sufrimiento
humano y de tantas otras dimensiones de la existencia, ¿habrían continuado con
sus investigaciones? ¿No fue la cerrazón en sus propias investigaciones lo que
les condujo a poner en las manos de personas perversas e irresponsables en su
mayoría armas capaces de destruir toda la vida del planeta?
Joao
Baptista Libanio. El Arte de
Formarse.
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