[Jesús] no era el vencedor, sino la víctima. Y,
paradójicamente, éste sería su mayor logro. La verdad y la justicia estaban de
parte de la víctima. De hecho, es ahí donde se encuentra Dios: tomando partido por las víctimas del mundo.
Albert Nolan. Jesús hoy. Una espiritualidad de libertad
radical.
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