Las cosas pueden educarnos desde distintos aspectos. Sirven
para despertar un principio fundamental en todo avance cultural: la curiosidad.
Siendo adolescente, Teilhard de Chardin, al coger una piedra es sus manos se
emocionaba preguntándose por los billones de años que guardaban dentro. Hoy
sabemos que una piedra contiene todo un mundo de información. Las cosas son una
escuela de aprendizaje desde el momento en que despertamos en nosotros la
capacidad de preguntar.
Joao
Baptista Libanio. El Arte de
Formarse.
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