Es lugar común la oposición entre ser y tener. No hace falta
mucha filosofía para percibir que somos diferentes de lo que tenemos. El tener
se nos añade. El ser nos constituye. Aprender a tener es ocultarse detrás de
las cosas. Aprender a ser es despojarse de las cosas para revelar el propio
ser. Cuanto más nos escondemos tras el tener, tanto menos auténticos somos. Se
caen las cosas y el "rey se queda desnudo". La desnudez de nuestro
ser nos atormenta: de ahí vestirla con tanto consumismo.
Joao
Baptista LIBANIO. El Arte de
Formarse (2003).
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