Tendríamos que decir, por tanto, que la función primaria de la moral consiste en dar a nuestra vida una orientación estable, encontrar el camino que lleva hacia una meta, crear un estilo y manera de existir coherentes con un proyecto. La ética (ethos) consistiría, entonces, en darle a nuestro pathos - ese mundo pasivo y desorganizado que nos ofrece la naturaleza - el estilo y la configuración querida por nosotros, mediante nuestros actos y formas de concretas de actuar. Aquí está la gran tarea y el gran destino del hombre y de la mujer. Ser persona exige un proyecto de futuro, que determina el comportamiento de acuerdo con la meta que cada uno se haya trazado.
Eduardo López Azpitarte en Amor, Sexualidad y Matrimonio.
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