jueves, 17 de julio de 2014

La felicidad fuera de uno mismo

No hemos de olvidar lo que decíamos del engaño que supone poner la felicidad fuera de uno mismo. Cuando, para ser feliz, necesito de la aprobación y el aplauso de otros, de su amistad o de su amor, de su presencia y acogida, mi felicidad queda en manos de esas personas. Les doy poder sobre mí. Si me responden como yo deseo, me sentiré feliz: si no es así, me veré desgraciado. A la larga, quien espera que los otros le hagan feliz termina siendo un desdichado.

José Antonio Pagola  (1996) en Es Bueno Creer.

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