jueves, 17 de julio de 2014

Bienaventuranzas y felicidad

Si se analiza la estructura de las bienaventuranzas, se observa que la felicidad de la que ahí se habla, no está producida por los esfuerzos que hacen los pobres, los que lloran, los no violentos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz. No son ellos los que generan la felicidad. La dicha "acontece" en estas personas porque le tienen a Dios como rey y señor de sus vidas. Se les proclama felices porque reciben su consuelo, son saciados por él, gozan de su misericordia y su ternura, son sus hijos. La felicidad proviene de Dios.

Lo que tienen que hacer estas personas a las que Jesús se dirige, es tomar conciencia de esa felicidad. Descubrir cómo esa actitud concreta de pobreza, de amor misericordioso, de hambre de justicia, de limpieza de corazón, les está abriendo la posibilidad de experimentar la verdadera felicidad que siempre es regalo de Dios.

Jose Antonio Pagola en Es Bueno Creer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario