Algo ocurre en el alma de un niño el día en que deja de preguntar ¿qué es esto?, y empieza a preguntar ¿para qué es esto? Todo tiene que servir para algo. Ya se percató de ello Pangloss: la nariz está hecha para llevar gafas. Yo mismo sentí un gran alivio cuando me di cuenta de que la corbata sirve para limpiar las gafas. ¿y la risa? La risa sirve para activar el diafragma. ¿Y el juego? El juego sirve para relajar la tensión, para descargar de manera inofensiva nuestra agresividad, para satisfacer aquellos deseos que, no pudiendo ser satisfechos realmente, lo son mediante simulacro o ficción. ¿Qué me dice de todo ello, querido amigo? Verdaderamente, vivimos en un mundo desquiciado y desgraciado.
(...)
Los valores importantes de la vida no tiene utilidad, no pueden tenerla, ya que esto supondría estar al servicio de otros valores. No tienen utilidad, no tiene sentido. Es menester proclamarlo bien alto, ni el juego, ni la oración, ni la alegría, ni el amor, ni la libertad, ni la contemplación estética, sirven para nada.
José María Cabodevilla en "La Jirafa tiene ideas muy elevadas"
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