miércoles, 14 de enero de 2015

El cuidado al usar el verbo "ser"

Para definirnos a nosotros mismos, tomamos la información de todas partes y, por supuesto, de las personas que tenemos a nuestro alrededor, en casa, en el colegio, en la calle. Siempre que alguien utiliza el verbo "ser", da una pieza de información que tenderemos a utilizar en la construcción de nuestro propio autorretrato. Así, por ejemplo, si alguien de gran autoridad para nosotros dice: "¿Para qué lo intentas si no eres capaz?", ese comentario puede añadir un elemento de distorsión a esa imagen nuestra que estamos creando. Las personas no somos conscientes de la importancia que tiene todo aquello que sigue al verbo "ser", ya que es a partir de este verbo que construimos mucho de lo que conforma nuestra personalidad. Por eso, los que tenemos hijos, sobrinos o alumnos hemos de ser especialmente cautos y procurar no hacer comentarios del tipo: "eres desordenado", "eres lento", "eres incapaz", "eres torpe". Suele ser más recomendable cambiar el verbo "ser" por otros verbos: "hay desorden", "actúas con lentitud", "te sientes incapaz", "has cometido una torpeza".

Mario Alonso Puig en "Reinventarse" (2010)


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