De san Ocadio mártir se cuenta que, cuando le mandaron a arrodillarse ante el emperador, replicó: "Yo solo me arrodillo ante Dios". Lo pusieron de rodillas por la fuerza, a golpes. Cuando le dieron la orden de levantarse contestó: "Lo siento, aún no he terminado mis oraciones".
José María Cabodevilla en "La Jirafa tiene ideas muy elevadas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario