Donald de Marco en Arquitectos de la cultura de la muerte.
domingo, 8 de junio de 2014
La crítica de Marx a la religión
Cuando Marx despreciaba la religión, calificándola como "el opio del pueblo", el "halo de la maldición", "el suspiro de la criatura oprimida", "el corazón de un mundo sin corazón", estaba criticando no la auténtica práctica de la religión, sino su cáscara. Marx reaccionó, por utilizar la distinción de Maritain, frente al "mundo cristiano", no frente al "cristianismo". Es decir, creyó que la caricatura era el arquetipo, que la burla era el modelo. Por su parte, lo generoso hubiese sido decir: "Resulta lamentable que la gente, en ocasiones, haga un mal uso de la religión utilizándola como una droga para embotar su sensibilidad moral e intelectual". De ese modo, habría reflejado una comprensión de la diferencia entre las práctica torcida y la práctica auténtica de la religión. Sin embargo, la rechazó porque confundió la religión verdadera con la falsificación de la misma.
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