Lo que resulta de esta situación es la fragmentación de todo, la disolución de cualquier canon, la carnavalización de las cosas más sagradas, la ironización de las grandes convicciones, la permanente crisis de identidad, la renuncia a cualquier profundidad, denunciada como metafísica, como esencialismo, y la destrucción de las razones para todo compromiso fundamental. Desaparece el horizonte utópico, sin el que ninguna sociedad puede vivir y ningún compromiso humano consigue tener base de sustentación y significado.
En este sentido, la postmodernidad debe ser vista, más que como una nueva fase de la historia, como una actitud del espíritu en contexto de crisis y de ocultamiento de todas las referencias. Sólo quedan las autorreferencias personales del individuo encerrado en sí mismo.
Leonardo Boff (La Voz del Arcoiris, 2003)
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